El Consorcio de la Zona Franca impulsó un reto urbanístico de primera línea en las antiguas casernas militares de Sant Andreu, edificando un conjunto de equipamientos, viviendas y áreas verdes que proponían no tan sólo un lugar donde vivir si no también una manera de vivir. El arquitecto Manuel de Solà-Morales analiza el resultado de esta aventura urbanística, y su incidencia en la sociedad barcelonesa.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.